Al igual que el sueño, la vigilia tampoco se mantiene en el mismo estado de forma permanent; algunas veces estamos atentos y alertas, mientras que otras veces no nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor. En términos generales, la vigilia está afectada por la somnolencia, pues ésta puede disminuir nuestra capacidad para concentrarnos en otras cosas.
Contamos con un circuito de neuronas que segregan cinco neurotransmisores diferentes, los cuales intervienen de alguna manera en el nivel de alerta y vigilia, es decir, en el arousal. Vamos a verlos por separado y explicar su implicación de manera breve.

SEROTONINA: Interviene en la activación de la conducta y se localizan en los núcleos del rafe. Sus proyecciones van a diversas zonas, como al tálamo, hipotálamo, núcleos basares, hipocampo y neocórtex. Si se estimulan los núcleos del rafe se produce actividad locomotora y arousal cortical. Se ha descubierto que la cantidad de serotonina desciende cuando el animal da respuestas de orientación a un estímulo que es nuevo, por lo que se hipotetiza que quizás estas neuronas puedan tener un papel importante a la hora de facilitar la actividad que se está llevando a cabo, suprimiendo el procesamiento de información sensitiva, ya que así impiden reacciones que puedan interrumpir la actividad que se está realizando. En cuanto a su actividad, alcanzan el máximo durante la vigilia, descienden en el sueño de ondas lentas y se reduce casi a 0 durante el sueño REM, al igual que las neuronas noradrenalinérgicas.
HISTAMINA: Se localizan en el núcleo tuberomamilar del hipotálamo y sus axones proyectan a la corteza cerebral, tálamo, núcleos basales, prosencéfalo basal y el hipotálamo. La actividad de estas neuronas es alta durante la vigilia, aunque baja en el sueño de ondas lentas y en el sueño REM. De hecho, los fármacos que impiden la síntesis de histamina o bloquean sus receptores, como algunos antihistimínicos, causan somnolencia y reducen la vigilia.
OREXINA: Estas neuronas se localizan en el hipotálamo lateral y sus axones proyectan a casi todo el cerebro, ejerciendo un efecto excitador. En ratas, se ha encontrado que la frecuencia de estas neuronas era alta durante la vigilia activa (de hecho, la más alta se encontró mientras las ratas hacían una tarea de exploración) y baja en estados de vigilia tranquila, sueño de ondas lentas y sueño REM. La degeneración de este tipo de neuronas en humanos causa narcolepsia.
Carlson, N. (2010). Fundamentos de Fisiología de la conducta.
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