viernes, 23 de mayo de 2014

Fases del sueño

Ser capaz de dormir bien toda la noche es un hito importante del desarrollo psicomotor que depende de factores genéticos, constitucionales y madurativos, sobre los que el ambiente ejerce un papel modulador.

En la evolución y maduración del ritmo vigilia-sueño en la infancia, hacia los 4-6 meses de vida se consolida el periodo de sueño largo nocturno y se establece el ritmo circadiano de la temperatura corporal. La incapacidad de ser autónomo para dormirse a los 6-9 meses de edad es un buen predictor de problemas para iniciar el sueño a los 2 años.

Fases del sueño

A) Sueño de onda lenta (NREM): 

La fase 1 (estado hipnogógico) es la fase de adormecimiento y representa la transición de la vigilia a un sueño más profundo. Es breve (2-5% del tiempo total de sueño en adultos jóvenes), es el más ligero y si el individuo se despierta desde esta fase no se da cuenta de que ha estado realmente dormido. 

En la fase 2 (sueño intermedio o ligero), aparecen dos signos característicos en el EEG (Electroencefalograma): los husos de sueño y los complejos k. Supone un 40-50% del tiempo total de sueño. 

A medida que el sueño se hace más profundo (fases 3 y 4: sueño profundo), aparecen las ondas lentas. Representa el 20% del tiempo total de sueño en adultos jóvenes. 

B) Sueño paradójico (REM):

Unos 90 minutos tras el inicio del sueño, y tras haberse alcanzado la máxima profundidad, el EEG cambia súbitamente, desaparecen las ondas lentas y aparece una señal similar a la de la vigilia. El sueño REM ocupa un 20-25% del tiempo total de sueño. Si el despertar se produce desde esta fase, es muy probable que se recuerde lo que está soñando porque la mayoría de la ensoñación se produce en esta fase. 

El paso de NREM a REM es tan llamativo que se podría pensar que el individuo se ha despertado. Ante estímulos banales, los umbrales para despertar siguen tan altos como en el sueño profundo, pero cuando son significativos, provocan un despertar inmediato.


Ciclos de sueño: las dos fases de sueño (NREM y REM) se suceden unas 4-5 veces, de forma cíclica, a lo largo de una noche de sueño. Un ciclo de sueño se inicia con una fase NREM y finaliza cuando acaba una fase REM, lo que sucede cada 90-120 minutos. Tras un ciclo, se puede suceder otro o producirse un despertar espontáneo. Durante la primera mitad de la noche, el individuo pasa de la vigilia a los estadios 1, 2, 3 y 4. En la segunda mitad de la noche, los estadios 2 y REM alternan. La mayoría de los despertares espontáneos ocurren al final de una fase REM y se alcanza una vigilia plena rápidamente. Tras un despertar desde una fase NREM existe lo que se ha llamado una inercia de sueño, que dura un tiempo variable. 

La sucesión normal de ciclos de sueño se denomina arquitectura del sueño. La representación gráfica de la organización del sueño una noche completa se llama hipnograma. 


Carlson, N., R., Fundamentos de fisiología de conducta. 10 ª ed.

López, S. A. Trastornos del sueño en la infancia. Trastornos del sueño en el niño: identificación y herramientas para su manejo.    http://www.spapex.org/pdf/trastornos_suenyo.pdf

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