viernes, 16 de mayo de 2014

El control químico del sueño

El sueño es un proceso fundamental y regulado en el ser humano.  En este sentido, si a organismo se le priva de sueño REM o de ondas lentas, cuando vuelva a dormir recuperará parte del sueño perdido, así como si dormimos una siesta diurna, la cantidad de ondas lentas ocurridas en este tiempo serán descontadas de las que tendrán lugar a la noche siguiente. Ésto sugiere que debe de exitir algún mecanismo fisiológico encargado del control de la cantidad de sueño que necesita un organismo, llevando la cuenta de la falta de sueño que va adquiriendo durante la vigilia. 
El organismo segrega una sustancia durante la vigilia que induce el sueño; ésta se va acumulando y se elimina cuando dormimos. Por tanto, cuanto más tiempo esté alguien despierto, más sustancia inductora del sueño almacenará y más tiempo habrá de dormir para eliminarla. Sin embargo, hay dos tipos de sueño: REM y No REM, por lo que deberá haber una sustancia para cada tipo de sueño.
Este tipo de sustancias no se han encontrado en la corriente sanguínea, ya que si así fuera, se producirían en el interior del cerebro y actuarían allí. En cambio, se han obtenido pruebas que indican que cada hemisferio adquiere una deuda de sueño de manera independiente. La investigación consistió en impedir el sueño de un hemisferio de un delfín morro de botella, en los que cada hemisferio duerme en momentos diferentes. Al realizar el experimento, se observó  un rebote en el sueño de ondas lentas tan sólo en el hemisferio privado de sueño (Oleksenko y cols., 1992).








Por otro lado, parece ser que un neutransmisor llamado adenosina, realiza una importante función en el control del sueño. Los astrocitos tienen un pequeño almacén de nutrientes en forma de glucógeno, que cuando aumenta la actividad cerebral sirve de combustible para las neuronas. Ello quiere decir que una vigilia prolongada a causa de una reducción en el nivel de glucógeno, provocará un aumento en el nivel de adenosina en el exterior de las células, realizando un efecto inhibidor en la actividad neural. La acumulación de adenosina es esa sustancia que apuntamos anteriormente responsable de inducir el sueño. Cuando dormimos y entramos en fase REM, las neuronas descansan a la vez que los astrocitos renuevan dicho almacén de glucógeno. Si la vigilia se alarga, se almacena más adenosina y se inhibe la actividad neural, produciendo los efectos tanto cognitivos como emocionales que pueden tener lugar cuando existe privación de sueño.








Oleksenko, A.I., Mukhametov, I.M., Polyakova, I.G. y cols (1992). Unihemispheric sleep deprivation in bottlenose delphin. J Sleep Res (1) 40-44.

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